Antes de que acabara la temporada de Vía Láctea me fui a explorar un lugar singular de mi comarca. Un pequeño montículo con un castillo en ruinas en su punto más alto. Nunca había estado de noche y la vista del cielo desde este lugar es impresionante. Hice varias fotos y de momento he editado esta que recoge una parte del castillo y una Vía Láctea que parece salir del horizonte. Se aprecian las nebulosas de emisión de color rojizo y la textura de nuestra galaxia, con sus zonas de acumulación de estrellas cerca del núcleo y las nebulosas oscuras que tapan las estrellas que tienen detrás.
Me gusta el contraste entre unos restos con historia que nos hablan de un pasado con más población y actividad en las zonas rurales que actualmente y otro pasado que es la vista de nuestra galaxia ya que la luz que nos llega salió de las estrellas hace muchos años y vemos como era, no como es actualmente. Contraste entre un pasado cercano y un pasado muy muy lejano.