Viene el otoño y se nota ya el frio. Salí a observar con el telescopio y aproveché para hacer algunas fotos del telescopio y el láser-buscador. Los cielos son más transparentes que los del verano, con menos calima. Se nota la diferencia y parece que las estrellas brillen más que en las cálidas noches del verano. . Apuntando hacia el Noreste se pueden ver las Pléyades, en la constelación de Tauro. Es un cúmulo abierto visible a simple vista y si lo miráis con unos prismáticos o con un pequeño telescopio será una vista que dejará huella en vuestra memoria.
Esta vez iluminé un poco con una linterna de luz cálida ya que la noche era muy oscura y quería que se viera un poco el primer plano. La ermita la encuentro muy curiosa, se llama Santa Pelaia y está en el prepirineo catalán. Otro detalle es que puse la cámara muy baja para captar una perspectiva diferente.
A partir de ahora ya no tendremos vias lácteas brillantes y deberemos buscar otros objetos, constelaciones que seguro que también tienen su interés y su atracción, como en este caso las siete hermanas, las Pléyades.